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Una foto con Arafat y algunas fotos de mártires

Hoy me hecho una foto con Yasir Arafat. Obviamente con un retrato suyo, enorme, de dos metros de altura, uno de los muchos carteles de todos lo tamaños en los que aparece el fallecido líder de la OLP, que sigue siendo un mito para muchos palestinos. En la foto no sólo aparezco yo, si no que estoy con un miliciano palestino que quiso posar a mi lado Pudiera parecer una foto normal, pero no.


 El gran póster de Arafat está a dos metros de uno de los muchos puestos de control que hay dentro del campo de refugiados de Ein El Helwe. Son chiringuitos distribuidos por todo el campo, vigilados por soldados de diferentes facciones. Son los que autorizan a entrar en uno u otro barrio.


Este check point en concreto es un toldo bajo el que se cobijan seis o sietes personas, algunas de ellas armadas, sentados en varios sillones de fieltro desvencijados. No suelen dejar que les saquen fotos, pero parece que la trouppe de Cives Mundi ha adquirido cierta notoriedad tras entrevistar ayer al líder de Al Fatah en el campo, y por haber sido testigos de la matanza del Sur. Así que acabamos posando todos con los soldados como si fuéramos amigos de toda la vida.


Aunque en Ein El Helwe hay fotos de todos los líderes destacados de la causa palestina y del mundo árabe (incluído Bin Laden), Arafat es la superestrella, sin lugar a dudas. Hay fotos de él en las más variadas poses y en una amplia variedad de edades, de manera que con un paseo por el campo puedes hacerte una idea de cómo fue envejeciendo este hombre.


Cuando Walid Haidary tenía trece años pudo conocer a Arafat. Y debió de quedar impresionado de aquel encuentro porque todavía profesa una gran admiración por él después de 25 años. Haidary es un hombre de negocios con éxito. Tiene un almacén de productos alimenticios y dos supermercados. Dice además que ayuda a sus compatriotras necesitados, dándoles comida o dinero, directamente, si lo necesitan.


El sueldo medio de un palestino que viva en el campo son unos 250 euros. ¿Y cómo está la vida en Ein El Helwe? Pues, por ejemplo, treinta huevos valen dos euros; un bote de Fairy, otros dos; un frasco de Nutella, 2,5 y otra crema de cacao fabricada en Siria, 0,80; los tampones, 1,5…


Este empresario, que heredó el negocio de su padre, no es muy optimista sobre el futuro de los jóvenes que vivan en Ein El Helwe, pero afirma que la idea del proyecto de Cives Mundi es un buena manera de que los chicos y las chicas puedan empezar a hacerse una vida. Hay que recordar aquí que el proyecto de Cives Mundi da formación profesional a chicos y chicas de entre 15 y 25 años, y que a los mejores se les da un kit con material para montar su pequeño negocio, algo que Haidary considera fundamental.


Desde luego, para quien ya no hay futuro es para los jóvenes que murieron el domingo en la frontera con Israel en el sur del Líbano. Sus retratos también inundan las calles de Ein El Helwe. De hecho, sus caras ya estaban impresas en carteles 24 horas después de los sucesos.      

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