Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Valle de la Bekka: se alquila azotea para tienda de refugiados sirios

Sandra Dacosta. Beirut


Aproximadamente una de cada cinco personas que viven en el Líbano es refugiada de la guerra civil de Siria, haciendo así que Líbano tenga más refugiados per cápita que cualquier otro país del mundo.


A lo largo de las visitas que Cives Mundi realiza a Valle de Bekka, dentro de nuestro proyecto Musalabie, financiado por la AECID, hemos sido cada vez más conscientes de las consecuencias que ha tenido y está teniendo para la población refugiada la decisión del Gobierno libanés de negarse a permitir la construcción de campos de refugiados.


A diferencia de Jordania, Irak y Turquía, no hay campos de refugiados en el Líbano; aquí lo que se han establecido son asentamientos informales. La población refugiada o bien alquila apartamentos, a menudo no en las mejores condiciones, o viven en esos cientos de asentamientos informales que han surgido en todo el país, por lo general tras el pago de los propietarios de tierras alrededor de 500 dólares al año por el ‘privilegio’ de dormir en tiendas de campaña.


Como podréis ver en nuestras fotos, cualquier superficie es alquilable: una azotea, un obra…


Las condiciones de las tiendas varían mucho entre sí, pero en general van entre mal y peor. Incluso la mejora de las condiciones de las tiendas está supeditada a la buena voluntad de los caseros y autoridades locales, ya que en muchas localidades se teme que una mejora por leve que sea implique que la población refugiada decida quedarse en la comunidad de forma permanente. Las nuevas restricciones gubernamentales han hecho más difícil para la población siria trabajar o renovar sus papeles de residencia, por lo que muchos tienen miedo de salir de sus asentamientos en absoluto.


El ACNUR estima que dos tercios de la población refugiada en el Líbano vive en la pobreza absoluta. De ahí que consideremos que las medidas propuestas por nuestro proyecto Musalabie (como facilitar formación para la producción de bienes de necesidad básica como productos lácteos y panadería, entre otros) no sólo facilitarán que se reduzca el precio de la canasta básica sino que también empoderarán a las mujeres refugiadas sirias.


Uno de los componentes más importantes del Musalabie es que la población refugiada se autoorganice y sea agente activo en su desarrollo. Con el objetivo de que estén en una mejor situación para negociar la mejora de sus condiciones habitacionales no sólo con las ONG, sino también con la comunidad de acogida (terratenientes, autoridades locales…).

Leave a comment

Elige tu proyecto preferido y comparte
Apoya nuestros proyectos
Ver proyectos activos