Los proyectos NO LOST GENERATION y BACK 2 SCHOOL, financiados por el Ayuntamiento de Soria y la Diputación de Soria respectivamente, han tenido como objetivo Contribuir a garantizar el ejercicio del Derecho Humano a educación básica y el derecho a protección de la infancia refugiada siria fortaleciendo su capacidad de resiliencia y la de sus familias en los asentamientos informales de Bar Elias, región de Zahle, Líbano.
El objetivo alcanzado en el proyecto NO LOST GENERATION, financiado por el Ayuntamiento de Soria ha sido el de mejorar el acceso de la infancia refugiada siria al sistema educativo formal mediante la prestación de apoyo a la educación básica y la mejora de la educación especialmente en Ale Askar y de los cuatro asentamientos. Tras nueve meses de trabajo las principales actividades llevadas a cabo han sido dos:
1. Evaluar las necesidades de la infancia refugiada siria en materia de servicios de educación básica y establecer una línea de base para que puedan integrarse en el sistema educativo formal.
2. Proporcionar educación básica compensatoria en las escuelas del proyecto para alumnado de 6 a 12 años de Ale Askar y cuatro campamentos circundantes, con especial énfasis en las materias de inglés, árabe, matemáticas, y educación artística.
El objetivo alcanzado en el proyecto BACK 2 SCHOOL, financiado por la Diputación de Soria, también ha sido el de garantizar el acceso a una educación inclusiva, equitativa y de calidad en espacios protegidos y seguros para la infancia refugiada siria en los asentamientos informales de Bar Elias y alrededores, en la región de Zahle, Líbano. Tras nueve meses de trabajo las principales actividades llevadas a cabo han sido:
1. Proporcionar educación básica compensatoria en las escuelas del proyecto para alumnado de 6 a 12 años de Ale Askar y 4 campamentos circundantes, con especial énfasis en las materias de inglés, árabe, matemáticas, y ciencia.
2. Implementar una campaña de regreso a la escuela en Ale Askar dentro del programa nacional Back to School, que incluye 4 reuniones comunitarias y dinámicas de concienciación, distribución del kits de regreso a la escuela, y visitas domiciliarias.
3. Identificar a los niños y niñas del colectivo meta en situación de riesgo que necesitan apoyo psicosocial.
4. Proporcionar servicios de apoyo psicosocial a los niños y niñas del colectivo meta por parte de psicólogos.
5. Proporcionar servicios de apoyo psicosocial a los niños y niñas del colectivo meta mediante la utilización de técnicas no convencionales, como la música y el teatro (drama theraphy).
Una de las principales fortalezas de estos proyectos ha sido el compromiso de NAVTSS (la contraparte libanesa) en el trabajo con la población refugiada desde el inicio d el aguerra en Siria en el 2011 y actualmente en el contexto de la crisis del Covid 19, dada la magnitud que ha tomado en el Líbano, y dadas las dificultades de la población refugiada Siria para poder cumplir con las medidas de prevención (aislamiento, limpieza e higiene). El equipo de NAVTSS ha liderado una actuación innovadora que ha combinado la educación a distancia con la prevención y mitigación del impacto del virus en los asentamientos meta que aunque ha ocasionado retrasos, ha tenido un impacto positivo en la población y se han podido ejecutar las actividades del proyecto tal y como fueron planeadas.
A todo esto ha contribuido también la experiencia de NAVTSS en estos asentamientos desde su instalación, por lo que su personal, así como las actividades que plantean son bien aceptados por la comunidad, y les permite tener una relación cercana y basada en la confianza mutua.
Una pandemia mundial
y una explosión
Tras 10 años desde el inicio de la guerra en Siria, el
Líbano sigue acogiendo a población refugiada del país, que se suman a la ya
población refugiada que acoge el país tras ya más de siete décadas, como es el
caso de la población refugiada palestina. Aún con las noticias que nos llegan
sobre la vuelta a sus hogares de población refugiada Siria procedente del
Líbano, el Líbano sigue siendo uno de los países del mundo que más población
refugiada acoge en la actualidad. Los problemas sociales, económicos, políticos
y de seguridad que ya existían en el país, junto con la escasez de recursos y
la debilidad del Estado central, se han exacerbado hasta el punto de que todos
los residentes del Líbano se han visto directamente afectados de una u otra
manera.
A las dificultades en las que se encuentra un país que
soporta una presión sobre sus servicios derivada del incremento de esta
población en más de cinco millones de personas, hay que sumar la crisis que se
ha vivido en el último año derivada de dos importantes sucesos.
La crisis del Covid-19, que ha mermado los recursos del país
que ya se encontraba en recesión económica, ha tenido un impacto aún mayor en
los escasos recursos de esta población, en sus medios de vida y en los
problemas a los que se enfrenta, y en la propia salud en sí misma al verse
limitadas sus oportunidades de acceder al sistema sanitario y recibir
tratamiento.
El otro suceso que ha contribuido a cambiar el contexto
notablemente, fue la gran explosión que tuvo lugar en verano de 2020 en el
puerto de Beirut, que empeoró la situación económica y social del país hasta
extremos. Varios hospitales fueron dañados, con lo que a la presión sanitaria
derivada del Covid, se le añadió la presión derivada de la explosión.
Sin olvidar el daño a la salud psicosocial que ambos eventos
han originado en la población del país, tanto refugiada como de acogida. Según
la organización internacional Médicos sin fronteras en uno desde la explosión,
el sistema de salud pública también ha tenido problemas para hacer frente al
creciente número de casos de Covid-19, que pasó de menos de 200 casos por día
antes de la explosión a un promedio de 1.500 casos por día en diciembre de
2020. Hasta la fecha, se han notificado un total de más de 199.000 casos.
Ambos sucesos han empeorado la ya inestable situación económica, política y social del país y la vulnerabilidad de la población ya de por sí vulnerable, se ha visto incrementada. En este agravado contexto, la infancia refugiada siria sigue siendo uno de los colectivos más afectados, y dentro de la infancia, las niñas, por ello, estos proyectos han incrementado aún más si cabe su pertinencia a lo largo de su implementación desde su inicio en verano de 2020.
Las actividades se llevaron a cabo en base a las siguientes
razones:
(a) La necesidad de apoyo al aprendizaje de los niños
refugiados sirios es urgente, ya que muchos no pueden seguir el ritmo del
sistema educativo libanés, que difiere del sistema al que estaban acostumbrados
en Siria. Muchos niños abandonan la escuela no porque carezcan de capacidades,
sino porque no se les proporciona la orientación y el apoyo necesarios.
(b) La necesidad de intervenciones no tradicionales
que proporcionen una salida a los niños que viven en condiciones extremadamente
duras es crucial. Estas intervenciones ayudarán a los niños a recuperarse del
trauma, a convertirse en actores positivos en sus comunidades y a desarrollarse
como jóvenes más constructivos. Esta intervención reconoce que algunos casos
están demasiado traumatizados para poder recuperarse a través de esta
actividad; por esta razón, el proyecto hará uso de un sistema de derivación
siempre que sea necesario.
El proyecto No Lost Generation ha sido financiado por el Ayuntamiento de Soria en la convocatoria de proyectos de cooperación internacional del año 2019 con 6.037.
El proyecto Back 2 School ha sido financiado por la Diputación de Soria en la convocatoria de proyectos de cooperación internacional del año 2019 con 9.869.