Manuel Domínguez-Rodrigo y Enrique Baquedano, co-directores del Instituto de Evolución en África (IDEA), participaron los días 23 y 24 de septiembre en el Meeting European Society for the study of Human Evolution (ESHE), que reúne en Leipzig (Alemania) a los mayores expertos europeos en Evolución Humana. Ambos científicos son los máximos responsables junto con Audax Mabulla y Henry T. Bunn del The Olduvai Paleoanthropology and Paleoecology Project (TOPPP) y de las excavaciones arqueológicas en la Garganta del Ngorongoro (Tanzania), en la llamada Cuna de la Humanidad, donde Cives Mundi construye la estación de investigación Emiliano Aguirre.
Durante su intervención, que se ha producido en la primera de las jornadas de este congreso científico, Domínguez-Rodrigo y Baquedano han presentado a la comunidad científica los resultados de las últimas investigaciones llevadas a cabo en el yacimiento, dando a conocer los primeros restos de esqueleto de un macho de Paranthropus boisei y parte de sus dientes, algo que no había ocurrido hasta la fecha en el registro fósil de homínidos.
Los fósiles hechos públicos (seis dientes de hominino, un fragmento de húmero distal, gran parte de un radio proximal con su eje y un eje del fémur ) fueron descubiertos en las campañas de 2010 y 2011. Estos parantropos son conocidos en el mundo científico por el descubrimiento, en el año 1959, del Zinjanthropus boisei, hallazgo que se produjo en Olduvai por el matrimonio Louis y Mary Leakey.
Además, la morfología y el tamaño de los restos sugieren que los fósiles se corresponden de un individuo grande (entre 73 y 62 kilos), que representa a uno de los ejemplares más jóvenes del linaje de Paranthropus antes de su extinción en África oriental (1,2 millones de años).
Lo que más han destacado los máximos responsables del IDEA durante su intervención ha sido el hecho de que, a raíz de los diversos análisis a los que han sido sometidos estos restos, se trataría de un individuo muy robusto a pesar de su corta estatura (1,50 metros). De hecho, la corpulencia de su brazo superaría en un 40% a la de un brazo de un ser humano actual.
Asimismo, Manuel Domínguez-Rodrigo y Enrique Baquedano han señalado que las últimas investigaciones llevadas a cabo en Olduvai han puesto de manifiesto también que los homininos que habitaron esta zona llegaron a consumir animales de gran tamaño, que superaban las 2,5 toneladas de peso.
La última campaña de excavación en la Garganta de Olduvai ha sido gestionada desde la Fundación General de la Universidad de Alcalá de Henares, previo a la constitución del Instituto de Evolución en África (IDEA), centro de investigación que coordinará todos los trabajos y creará las infraestructuras necesarias para su normal desarrollo.
También han colaborado en estas excavaciones la Comunidad de Madrid y los Ministerios de Cultura, de Asuntos Exteriores y Cooperación y de Ciencia e Innovación.
Cabe señalar, asimismo, que Cives Mundi ha finalizado la primera fase en la construcción de la estación de investigación Emiliano Aguirre, para su uso por el equipo y por la población local, financiada por la Dirección General de Cooperación, perteneciente a la Consejería de Empleo, Mujer e Inmigración de la CAM.