En el marco del proyecto SYAP, la creación de una base de datos cartográfica ha supuesto un avance estratégico en la gestión territorial y agrícola en la región del Gorgol. Esta herramienta digital no solo permite sistematizar las experiencias y necesidades de la población meta a corto plazo, sino que también optimiza la toma de decisiones, mejora la planificación agrícola y facilita el acceso a recursos clave para los agricultores. Se trata de una actividad bastante novedosa en el sector, hasta el punto de que, actualmente, otras ONG internacionales están solicitando una réplica de la misma en sus zonas de intervención, nos cuenta desde el terreno nuestra compañera Amanda Herrero.
1. Precisión y respaldo documental
Uno de los beneficios más destacados es que los agricultores ahora disponen de información precisa sobre la superficie de sus parcelas. Esta exactitud les permite imprimir mapas detallados de sus terrenos, fundamentales para la venta de tierras o la solicitud de ayudas agrícolas. Al contar con un respaldo técnico y visual, se fortalecen las capacidades administrativas de los agricultores, reduciendo su dependencia de estimaciones informales y aumentando su poder de negociación.
2. Optimización del uso del agua y planificación de la irrigación
El mapa interactivo también integra datos sobre los sistemas de irrigación y los puntos de extracción de agua, incluyendo su ubicación y características. Esta información es clave para mejorar la eficiencia en el uso del agua, diseñar estrategias de distribución más equitativas y asegurar un aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos. En un contexto de alta vulnerabilidad climática, disponer de un registro actualizado permite minimizar riesgos y garantizar una mejor adaptación a las variaciones en la disponibilidad de agua.
3. Identificación de zonas de riesgo y estrategias de resiliencia
Un aporte crucial de esta base de datos es la posibilidad de identificar zonas inundables. En la región del Gorgol, algunas áreas sufren inundaciones recurrentes que provocan la pérdida de cosechas y generan inestabilidad en la seguridad alimentaria. Con esta herramienta, es posible mapear con precisión las áreas de mayor riesgo, permitiendo a los agricultores y a los actores del proyecto desarrollar estrategias de mitigación y adaptación. Desde la diversificación de cultivos resistentes a inundaciones hasta la implementación de infraestructuras de drenaje, contar con esta información es esencial para reducir las pérdidas y fortalecer la resiliencia de las comunidades.
4. Actualización constante de información satelital
En muchas ocasiones, las imágenes satelitales disponibles en plataformas convencionales están desactualizadas, lo que dificulta una planificación eficiente. Con la base de datos cartográfica, se mejora la actualización de la información territorial, permitiendo monitorear cambios en el paisaje agrícola y detectar variaciones en el uso del suelo. Esto facilita la identificación de nuevas áreas de cultivo, el seguimiento de la expansión agrícola y la planificación de infraestructuras clave para el desarrollo rural.
5. Formación continua y apropiación de la herramienta digital
Para que esta base de datos tenga un impacto sostenido, es fundamental continuar con las formaciones sobre su uso, especialmente a través de la aplicación ODK Collected y NoteCam. Capacitar a los agricultores en la recopilación y gestión de datos les permite ser protagonistas en la actualización de la información, facilitando una mayor autonomía en la toma de decisiones y reduciendo la dependencia de actores externos. Además, fomentar el uso de herramientas digitales fortalece la alfabetización tecnológica en el sector agrícola y mejora la eficiencia en la comunicación de necesidades y recursos disponibles.
6. Fortalecimiento de estrategias de desarrollo agrícola y planificación territorial
Contar con una geolocalización precisa de las parcelas que conforman la PHG facilita el diseño e implementación de estrategias de mejora agrícola. Desde la selección óptima de terrenos para proyectos piloto hasta la planificación de infraestructuras rurales, la base de datos permite una intervención más efectiva y alineada con las necesidades reales del territorio. Asimismo, facilita la coordinación entre instituciones, ONGD y organismos públicos, promoviendo una gestión más integrada y eficiente del territorio.
En definitiva, la base de datos cartográfica generada en el marco del proyecto SYAP no solo representa un avance en la sistematización de información, sino que se consolida como una herramienta clave para la resiliencia climática, la planificación agrícola y la sostenibilidad del desarrollo en la región del Gorgol. Sin embargo, su verdadero potencial solo podrá aprovecharse plenamente si se garantiza la actualización continua de datos y se refuerza la formación de los agricultores en su uso. La capacitación en herramientas digitales como ODK Collected y NoteCam es un paso fundamental para lograr que las comunidades agrícolas no solo accedan a información precisa, sino que puedan gestionarla de manera autónoma y estratégica en beneficio de su desarrollo.
