Este miércoles se cumple un año del terrible terremoto de Haití, una tragedia que se encadenó con otras a lo largo de los últimos doce meses. Jean Closter es el responsable de la ONG haitiana MIPROS, con la que Cives Mundi trabaja en el país caribeño. En este artículo expone su punto de vista sobre la situación y da cuenta del trabajo realizado tras la reformulación del proyecto Frenen Sida, para adaptarlo a las necesidades de Haití tras sufrir el seísmo.
Tras el terrible desastre que afectó Haití el 12 de enero
de 2010, varias organizaciones no gubernamentales han intervenido para prestar
asistencia a muchas víctimas. En este sentido, el Movimiento de Integración
para la Promoción Social (MIPROS), en consonancia con su misión de ayudar a los
desfavorecidos y gracias al apoyo de Cives Mundi, tuvo que acompañar a víctimas
en los albergues de Jacmel y Mirbalais.
Durante este año, mientras que Haití no había recuperado aún de la
pesadilla del 12 de enero, un fuerte viento sopló a través de varios barrios de
la capital de Haití y en diferentes Departamentos de Haití de los cuales el del
Sudeste, causando muertes, lesiones y destrucción de tiendas de campaña de los
albergues. Menos de un mes más tarde, a mediados de septiembre, el huracán
Thomas causó inundaciones en algunos departamentos que han destruido miles
de hectáreas de plantaciones y llevando cientos de animales de ganadería.
En efecto,
las respuestas a la emergencia a lo largo de casi ocho meses, a través de la
reformulación del proyecto Frennen Sida, han permitido a MIPROS lograr
resultados, y por fin llevar a algunos impactos en por lo menos seis albergues.
Este apoyo
de Cives Mundi se ha traducido de la manera siguiente:
·Desarrollo
de 160 charlas sobre la
prevención de VIH SIDA, ETS en
los diferentes albergues donde un total de 3497 personas damnificadas se han
beneficiadas (1993 mujeres y 1504 hombres).
·Refuerzo de del
trabajo realizado por las redes de mensajeras en los espacios en los que se
ejerce la prostitución
·Realización de tres cursos de formación para 23
Promotores/as de salud comunitaria sobre medidas de prevención de abusos
sexuales en mujeres e infancia. Estos Promotores han utilizado los conocimientos
adquiridos durante las sesiones de cursos para educar a la gente de los
albergues sobre cómo prevenir los abusossexuales contra mujeres y/o niñas. En principio los casos de abusos
sexuales al inicio se repitieron regularmente en los albergues. Con la
sensibilización el número de casos se ha reducido y los damnificados de los
albergues lo han expresado ellos mismos.
·Desarrollo de 140 charlas por los Promotores en los
albergues y espacios comunes sobre la prevención de abusos sexuales en mujeres
e infancia. Ellos podido alcanzar a unas 3166 personas (2215 mujeres y 951
hombres).
·Realización de un curso de formación para 23
Promotores/as de salud comunitaria sobre apoyo sicosocial básico a infancia y
consejos sobre cómo vivir entorno de albergues.
·Visitas a unidades familiares en los albergues sobre
apoyo sicosocial por los Promotores
·Actividades lúdicas con la población infantil
Pero la difícil situación
de nuestros compatriotas no llega a su fin todavía.
A mediados de octubre, un
violento brote de cólera ha complicado la vida de estas personas que no han
recuperado aún de estos trastornos groseros causados por el terremoto del 12 de
enero. En menos de dos meses, todas las comunas en Haití se han visto
afectadas. Hasta la fecha, las autoridades sanitarias informaron de más de tres
mil muertos.
Sin embargo, si hemos de creer el testimonio de expertos internacionales en
epidemiología, probablemente habría que multiplicar ese número por tres.
Las situaciones inseguras y la pobreza crónica y escandalosa en la cual se han
visto obligados de vivir la población menos favorecida de las ciudades y
campamentos aumentan el riesgo de propagación rápida de la enfermedad, y de
hecho ha crecido. Algunos creen que este brote de cólera se debió a los
cadáveres atrapados bajo los escombros después de un año. Por el contrario, otros
creen que esta cepa proviene de algunos países de Asia del Sur y fue propagada
en nuestro país por los soldados de Nepal, contingente de la MINUSTAH.
Las Naciones Unidas están tratando de obtener fondos suficientes para hacer
frente a la epidemia, con la esperanza de encontrar 170 millones de dólares. Hasta la
fecha se ha conseguido menos del 40%. En medio de esta debacle que afecta a todas
las familias, se organizaron las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Los resultados de las disputadas elecciones han causado altercados, muertes e incendios, especialmente en la parte sur del país y en la capital.
La comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas y la OEA han reconocido
que los comicios se desarrollaron en conformidad con la
ley electoral.
Mientras que Haití se ha enfrentado a “todos los males del
mundo, la República Dominicana continúa su caminata a orillas del progreso socioeconómico. La estabilidad
ayudando al país vecino, se enfrentaa por
lo menos 200 casos de cólera.
Un año después, las familias de Haití aún no han
terminado de llorar a sus familiares y el país su pérdida inconmensurable.
El terremoto, el huracán, el cólera, las complicadas elecciones… han sumido al país
en una crisis que parece insoluble. La gente que va a pagar esta pesada factura no podrá resistir si no cuenta con el apoyo internacional.
