En el marco de la nueva planificación de la cooperación internacional española, que quiere orientar buena parte de sus esfuerzos en la frontera sur de Europa, es decir los territorios magrebíes, Cives Mundi ha firmado sendos convenios con organizaciones locales en Argelia y en Mauritania.
Beni Isguem, patrimonio de la humanidad.
A las puertas del Sahara argelino la ciudad de Beni Isguem, uno de los lugares sagrados del Islam, se ubica en un palmeral del valle de M,Zab. Es una de las ciudades que forma parte de la pentápolis,- cinco poblaciones en un área de unos siete kilómetros,- de Gardahia y está catalogada por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. Integrantes de Cives Mundi la visitaron recientemente lo que permitió el contacto directo con la asociación APEB y la firma de un convenio de colaboración para intervenir en la conservación del palmeral, catalogación de las especies que allí se cultivan y la recuperación de los pozos tradicionales. Se planifica, en esa línea, la construcción de un Centro de Formación Agroecológica y una planta de energía fotovoltaica.
Nouakchot. Extrema pobreza en la capital Mauritana.
La capital de este país es de muy reciente fundación y carece en su mayoría de los servicios básicos. Una plaga de langosta acabó con los huertos urbanos de los que se abastecía de verduras y legumbres el 47% de su población. De ahí que uno de los proyectos que desarrolla Cives mundi con sus socios locales sea la recuperación de la producción y su optimización y mejora con nuevas semillas, maquinaria y asistencia técnica. Se trata de una iniciativa que implicará a muchísima gente y se articulará a través de la cooperativa Alvath-Darnaime. En aquella ciudad aún hay personas que mueren de hambre por tanto hablamos de seguridad alimentaria. El contacto en Mauritania se ha establecido con la asociación Tenmiya con la que también se activará un programa de puesta en valor de los residuos sólidos urbanos, sobre todo plásticos, que inundan la ciudad. Algo tan simple como poner en contacto a los recolectores con los compradores que reciclan el material puede contribuir a dar valor económico a esos residuos y a mejorara la muy deteriorada salubridad de Nouakchot.