La AECI, Agencia Española de Cooperación Internacional ha confiado en la ONGD Cives Mundi para llevar a cabo el proyecto de mantenimiento de la biodiversidad del ecosistema del oasis de Cheniní -Gabés en Túnez. Es la primera vez que este organismo oficial financia una propuesta de Cives Mundi en Túnez.
Es una iniciativa con la que esta organización abre una nueva frontera a sus actividades que, este mismo mes, llevará a varios de sus responsables a la identificación de nuevos posibles proyectos en todo el Magreb, en concreto en Argelia y Mauritania en línea con la política de cooperación abierta por la administración española con estos territorios.
El proyecto de Cheniní es de un gran valor medioambiental, cultural y social y por tal motivo ha sido valorado positivamente por la AECI que ha destinado 68.000 euros a su desarrollo.
Identificar, conservar y difundir la biodiversidad.
El objetivo es el mantenimiento de la excepcional biodiversidad del delicado ecosistema del oasis de Cheniní en el sureste de Túnez. Ubicado en el cauce de un antiguo río le caracteriza la originalidad de estar muy cerca del mar, de hecho es el único oasis marítimo del mundo, pero lo que interesa al proyecto es la conservación de especies de cultivos que son singulares en la zona y que, al parecer, tienen su origen en espíritu viajero de los árabes que trajeron semillas, del lejano y medio oriente, de algunos frutos que ahora sólo se encuentran en enclaves como el que será objeto de intervención por Cives Mundi y sus socios locales la organización ASOC.
La primera parte del proyecto consiste en realizar un inventario de todas esas semillas y producirlas más tarde para dar acceso a las mismas a los fellahs, agricultores autóctonos que explotan sus fértiles tierras para que sus cultivos se generen a través de semillas no híbridas. Naturalmente se incluye la formación necesaria para su gestión adecuada.
Implicar a la población en el uso de este patrimonio genético involucrándoles incluso en el consumo preferente de sus frutos forma también parte del proyecto.
Quince agricultores, hombres y mujeres, serán los productores de esas semillas y hasta 1.200 todos los agricultores del oasis. La población receptora de la producción alcanza los 15.000 en el entorno del mismo.
Ecosistema en peligro.
El oasis de Cheniní con 165 hectáreas forma parte del sistema de oasis de Gabés, que llega hasta la 750 ha en total. Sus palmeras datileras, que forman un parasol excepcional y crean un microclima muy agradable, su suelo y la calidad del agua hacen que Cheniní sea todo un seguro alimentario en su zona de influencia.
Una fábrica de fosfatos, que consume mucho agua, el uso de abonos químicos y la introducción de semillas híbridas están poniendo en serio peligro este singular ecosistema. La organización ASOC ya tiene experiencia en trabajos en el oasis, sobre todo en la defensa de especies amenazadas, conservación de suelos y cultivos ecológicos.
En Junio pasado varios responsables de la ONGD Cives Mundi visitaron Túnez y firmaron acuerdos con la Asociación para la Protección del Oasis de Cheniní. La gestión del agua, la igualdad entre hombres y mujeres y el fortalecimiento de las organizaciones sociales del oasis son algunos de los objetivos que se fijaron como prioritarios.
Esta iniciativa se enmarca en los Objetivos del milenio formulados por Naciones Unidas en Túnez y también son coincidentes con los que señala la AECI en sus planes de cooperación.