Es el primer país de América Latina que logró su independencia, 1804. Fue una sublevación de la población esclava la que propició este acontecimiento pero Haití, antigua colonia francesa que comparte el territorio de la isla La Española con la república Dominicana, suma a ese orgullo cifras de las que no puede presumir. No sólo es el país más pobre de América, también lo es del hemisferio norte de la Tierra y registra porcentajes de infectados con el VIH que sólo se superan en algunos territorios africanos. En Jacmel, ciudad costera, en la que en su día floreció la industria del café y el turismo, se alcanza el 5% de seropositivos. La inestabilidad política ha sido una constante en la historia de este pequeño país, a menudo ensangrentado con enfrentamientos civiles como el último y reciente que requirió la intervención de los cascos azules de la ONU que aún se prodigan, en especial en la capital, Puerto Príncipe.
La Agencia Española de Cooperación Internacional, AECI, ha marcado como prioritarias las acciones en este empobrecido país y la ONGD Cives Mundi se ha ofrecido a desarrollar proyectos en esta zona extendiendo así su área de acción desde la vecina República Dominicana.
El SIDA lo primero.
La primera iniciativa de Cives tiene por escenario la ciudad de Jacmel y en especial sus barrios marginales en los que el SIDA alcanza niveles alarmantes. Responsables de la ONGD se desplazaron este mes de Julio al desolado país para conocer las circunstancias del problema sobre el terreno, identificar organizaciones locales con las que trabajar e incluso analizar la posibilidad de abordar proyectos en otras áreas.
A Jacmel, que debe su nombre a un filibustero francés llamado Jacques Meló, se puede llegar por una carretera infame trazada entre precipicios a lo largo de 150 kilómetros desde la capital, o en pequeñas avionetas que hacen más breve el trayecto pero se agitan en el aire dejando mudos a los pasajeros novatos durante los quince minutos que dura el viaje. Ya en la ciudad se perciben todavía los indicios de un pasado esplendor con numerosos edificios coloniales franceses que, aunque en decadencia, mantiene su estilo. La prueba de que sólo es un espejismo la aportan las basuras que pueblan las calles, un tráfico caótico y sobre todo la carencia de infraestructuras sanitarias y de abastecimiento de agua potable. La alcaldesa de la ciudad reconocía ante los representantes de Cives Mundi, esas deficiencias a la vez que se negaba a responder dónde se vierte la parte de la basura que un pequeño camión recoge a diario. Nos marchamos sospechando que el mar era ese destino.
Cives Mundi ha contactado con la organización haitiana MIPROS, Movimiento de Integración para la Promoción Social, que será el socio local encargado de poner en marcha la iniciativa de concienciación y sensibilización contra el SIDA. El objetivo es llegar a todos los ciudadanos de los cinco barrios con más incidencia y crear redes socio sanitarias que desarrollen un plan de educación relativo a la enfermedades de transmisión sexual. Los grupos de jóvenes que actuarán como promotores del mismo van a viajar comuna por comuna, casa por casa para alertar de los riesgos e informar de las medidas de prevención. El analfabetismo es una dificultad añadida por lo que será preciso que la distribución de información escrita sea sustituida en gran medida por material iconográfico lo más descriptivo posible. El principal reto, sin embargo, es el acceso a las personas que ya han contraído la enfermedad pero temen el rechazo social si lo reconocen. El camino es largo pero Cives Mundi está dando posprimeros pasos.
República Dominicana. Salud y Medio Ambiente.
Cives Mundi diversifica sus proyectos en la otra parte de la isla caribeña de La Española, la República Dominicana con proyectos relacionados con la salud y el medio ambiente. En el municipio de Altamira, cercano a la ciudad turística de Puerto Plata ya se está desarrollado completo programa de prevención del SIDA y de ayuda a las persona infectadas en colaboración con la organización local Mama Malta. Medio centenar de personas trabajan en tareas de formación, prevención e incluso distribución masiva de preservativos con la dificultad añadida que supone la oposición de la jerarquía eclesiástica con amplio predicamento en una población de profunda adscripción católica. Vida o Sida, reza el eslogan en unos carteles en los que la o es un condón.
Los responsables de Cives Mundi visitaron además los escenarios de nuevos proyectos, que van desde la búsqueda y promoción de alternativas a cultivos de subsistencia en las montañas de Paraíso y Mao que suponen la deforestación sus frondosos bosques y incidiendo a la mengua constante de sus numerosos ríos a la promoción de la educación y la salud en los bateyes, poblaciones creadas en los cañaverales e integradas por las familias de los trabajadores de los mismos, casi todos de origen haitiano que constituyen mano de obra muy barata y por tanto marginal.