Dentro de su actividad cultural, Cives Mundi desarrollará la próxima semana un Ciclo de Cine y Medio Ambiente bajo el título de El Hombre y su Naturaleza. La cita tendrá lugar en el Centro Cultural Gaya Nuño a las ocho de la tarde entre los días 22 y 26 de este mes. Durante todos estos días se podrán visionar un total de seis películas: La Selva Esmeralda, Baraka, Tasio, El oso, La mosca y, para los más pequeños y con horario infantil, a las seis de la tarde-, Tarzán en Nueva York. La entrada será libre.
El objetivo de esta actividad es abordar, desde un punto de vista cinematográfico, el binomio naturaleza-ser humano. En ocasiones, los fenómenos medioambientales pueden poner contra las cuerdas al hombre, y someterle a situaciones realmente complicadas, en las que incluso se pone en juego su vida. La naturaleza supone, en la vida humana, un papel realmente importante, tanto más cuando los hombres han de enfrentarse a circunstancias límites en las que nada se puede hacer frente al poder de la madre natura.
Es en estos momentos cuando los instintos más básicos de los hombres resurgen de lo más profundo de la existencia. Enfrentado contra las fuerzas de la madre naturaleza, el ser humano vuelve a sus orígenes y se conjuga con ellas. Con todas estas películas se va a tratar de mostrar como, en ocasiones, la naturaleza desata toda su crueldad y su dureza frente a la especie humano, y como en otras se vuelve su cómplice y le ayuda en las situaciones más complicadas.
La Selva Esmeralda (día 22, 20 horas) fue realizada en 1985 por el británico John Boorman. Basada en hechos reales, narra la historia de un niño, hijo de un ingeniero que trabaja en la selva amazónica, y que un día desaparece sin dejar rastro. Convencido de que ha sido raptado por una tribu indígena y de que sigue vivo, su padre convierte su búsqueda en el objetivo de su vida. Es un film en el que se plasma una perspectiva de la violencia contra los nativos y donde se quiere ofrecer una visión del deterioro de la naturaleza, concretamente del escenario de esta historia: la selva amazónica. El objetivo es concienciar al espectador sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente, y las consecuencias por su devastación.
La película Baraka (día 23, 20 horas) ofrece una visión similar: el cuidado de la naturaleza. Baraka es una palabra sufí (la rama mística del Islam) que puede traducirse como bendición, aliento o esencia de vida. Este documental se rodó en los cinco continentes, a lo largo de 24 países, incluyendo exteriores tan diversos como Tanzania, China, Brasil, Japón, Kuwait, Camboya, Irán o Nepal. Muestra la evolución de la tierra y la humanidad, al mismo tiempo que las formas en que el ser humano se ha relacionado con el medio ambiente. La película se produjo en Estados Unidos en el año 1992 y su director es Ron Fricke.
Tasio (día 24, 20 horas), una película dirigida por el español Montxo Armendáriz en 1984, cuenta las aventuras de un niño que crece sano y feliz en un pueblo situado en la sierra de Urbasa. Esta sensación de libertad que acompaña al pequeño sigue presente durante sus años de adultez, que le lleva a preferir la soledad del monte antes que el entorno urbano.
A lo largo del argumento de El Oso (día 25, 20 horas) se trata de ofrecer una perspectiva sobre la vida libre de los animales y su peligro de extinción. Esta película francesa vio la luz en 1988 gracia a Jean- Jacques Annaud. Entre sus virtudes destacan imágenes rodadas en escenarios naturales y una maravillosa banda sonora.
En La Mosca (día 26, 20 horas), el científico Jeff Bundle inventa un aparato capaz de teletransportar todo tipo de objetos gracias a un sistema de desintegración y recuperación molecular. La historia se vuelve en su contra cuando decide probarla consigo mismo. También estadounidense, fue dirigida en 1986 por David Cronenberg y protagonizada por Jeff Goldblum y Geena Davis.
Por último, se visionará el film Tarzán en Nueva York (día 26, 18 horas). Tarzán y Jane van a Nueva York en busca de Boy, que ha sido secuestrado y puesto a trabajar como domador de animales en un circo. Tarzán no conoce las costumbres de la gran ciudad y debe adaptarse a una nueva realidad. Esta película fue rodada en Estados Unidos en 1942 y su director fue Richard Torpe.