Al menos 500 niños menores de cinco años muere cada día en
Tanzania por causas relacionadas con una deficiente nutrición, según ha
revelado estos días el Ministerio de Salud y Bienestar Social, informa desde Babati J. Marcos, cooperante de Cives Mundi en Tanzania con el programa de Jóvenes Voluntarios de la Junta de Castilla y León.
El estudio señala
que, hasta esa edad, casi cuatro de cada diez niños (en concreto, el 38 por
ciento) son raquíticos, mientras que siete de cada diez (el 72%)
padecen anemia como consecuencia de una mala alimentación prolongada.
La situación es más preocupante si cabe
hasta que alcanzan los seis meses de edad, puesto que algunas tradiciones y
prácticas culturales animan a las mujeres a dejar de dar el pecho a sus hijos.
Precisamente para revertir la situación se celebra estos días en Dar es Salaam
el congreso Diez pasos para una buena alimentación de pecho.
Los efectos negativos que causa la mala
nutrición son visibles y van desde enfermedades comunes como gripes y catarros
hasta la muerte, pasando por un bajo rendimiento escolar.
Life&Living, el proyecto implementado
por Cives Mundi y financiado por la Junta de Castilla y León, lucha desde hace
tres años por mejorar la situación alimentaria, sabedor de que la malnutrición
presenta también un grave peligro para los enfermos de VIH/SIDA. Y es que,
incluso en las primeras fases de la infección, cuando todavía no hay síntomas
aparentes, el virus compromete el estado nutricional del organismo.
Una buena
nutrición no puede curar el sida o prevenir la infección por el VIH, pero sí puede
contribuir a mantener y mejorar el estado de una persona que padece VIH/SIDA,
además de demorar el tránsito de VIH a las enfermedades relacionadas con el
SIDA, explica Ana Mwalla, una de las consejeras de salud de Kiwakkuki, la
contraparte de Cives Mundi en Moshi.