El proyecto de Seguridad
Alimentaria, implementado por Cives Mundi desde 2009 en la Wilaya de Kaédi y
financiado por la AECID, pretende mejorar la seguridad alimentaria de las
poblaciones locales mediante la modernización de la gestión del agua de riego.
Para ello se ha introducido el sistema de irrigación californiano, mejorando la
producción hortícola en cantidad y calidad gracias a un seguimiento agrícola
muy cercano y a la comercialización de los excedentes de producción. De este
proyecto se benefician 1805 agricultores con parcelas a las orillas del río
Senegal o de su afluente Gorgol. La responsable del proyecto, Almudena
Pelegrín, ha podido evaluar en el terreno los avances en la instalación de los
sistemas de riego y en las producciones hortícolas con los técnicos agrícolas
de la ONG AMAD, contraparte local, así como con los beneficiarios de las
instalaciones.
Nuestra colaboradora ha
comprobado que el funcionamiento es bastante simple. Una pequeña motobomba
extrae agua directamente del río y la distribuye a través de las cañerías de
PVC que van subterráneas hasta la parcela, desde la que salen varias tuberías
sirviendo de puntos de toma de agua para irrigar las diferentes partes del
huerto. Las tuberías están así protegidas del sol y de las altas temperaturas,
lo que evita las pérdidas por evaporación y permite al agricultor trabajar sin
obstáculos. El sistema californiano presenta por lo tanto una serie de ventajas:
se pueden irrigar 500 m² de parcela en una hora, los costes de material son
bajos, el mantenimiento es simple y el agricultor puede fácilmente ampliar su
sistema de irrigación comprando piezas adicionales que se encuentran en los
comercios locales.
Los beneficiarios están
acompañados continuamente por técnicos agrícolas que les guían en el manejo del
cultivo. De momento se han introducido seis variedades hortícolas en las
parcelas: calabacín, pepino, tomate, berenjena, pimiento y pimienta negra. Sin
embargo, Cives Mundi procura favorecer la introducción de nuevas variedades
agrícolas y el uso de nuevas técnicas mediante parcelas demostrativas. Una
parte de cada parcela está dedicada a tal fin y para ello la ONGD española provee
las semillas para cultivar, la gasolina para la motobomba y los abonos. Los
técnicos agrícolas usan estas parcelas demostrativas para formar a los
beneficiarios que disfrutan de la totalidad de la producción de la parcela. La
idea es que ellos puedan posteriormente enseñar estas nuevas técnicas de
cultivo a los agricultores de la zona.
Adoptado por la mayoría de los
agricultores de la región de Gorgol, el sistema de irrigación ha demostrado ser
muy eficaz, permitiendo a las poblaciones el acceso a una alimentación sana. No
obstante, el proyecto no termina ahí, el objetivo final consiste en favorecer
la comercialización de los excedentes de producción. En este contexto, se ha
creado una asociación de productores con los beneficiarios del proyecto, que
están siendo formados en la gestión de microcréditos que les permitan abrir sus
propias tiendas de productos agrícolas. Con estas actividades, se pretende
fortalecer a dicha asociación para que sea capaz de gestionar los problemas
relativos a las prácticas agrícolas o a la comercialización de sus productos.
