Tanto las personas de aquí como las de allí, aun con circunstancias distintas tenemos similares inquietudes y preocupaciones. Con esta aseveración el crítico de cine Julián de la Llana ahondó en el objetivo de la II Muestra de Cine de Oriente Medio y Magreb (Sinima), que Cives Mundi organizó entre el 22 y 26 de octubre en Soria, centrado en el análisis de las relaciones entre Oriente y Occidente.
El festival es un proyecto de sensibilización financiado por la Agencia Española de Cooperación (AECI), con la colaboración de Casa Árabe, y que ya se llevó a cabo en Madrid a finales del pasado mes de septiembre con gran aceptación.
A través de una cuidada selección de los mejores largometrajes y cortometrajes árabes, que llevó a cabo el director de cine y comisario del panorama de cine documental de Casa Árabe, Basel Ramsis, el público pudo disfrutar de los ejemplos más representativos del cine de Oriente Medio y Magreb contemporáneo. En este sentido, Julián de la Llana señaló que este año ha mejorado la calidad. Son producciones con mayor presupuesto y con formatos más profesionales.
A pesar de que en muchos casos se proyectaron coproducciones con países europeos que reflejan problemas comunes, De la Llana enfatizó que las películas que se vieron en la muestra van más allá de la realidad que se refleja en los telediarios sobre los países de Oriente Medio y Magreb, permiten ver cómo son y qué sienten sus habitantes. Así, la muestra se centró en tres elementos: los refugiados, la identidad de los inmigrantes dentro de una cultura que no es la suya y las mujeres.